El pasado 5 de julio la oposición en su conjunto quiso voltear la vigente ley de alquileres. Precisaban los ¾ de los votos, por suerte no los consiguió.
Recordemos que hay dos dictámenes que salieron de las comisiones de Legislación General y Presupuesto y Hacienda. Un dictamen de mayoría, el proyecto del Frente de Todos, que obtuvo 40 firmas; y el dictamen de minoría, que unificó los proyectos de Juntos por el Cambio e Identidad Bonaerense, firmado en Legislación General, alcanzó 37 firmas.
Para que el 23 de agosto haya quórum se necesitan 129 legisladores. En caso de que se vote cualquiera de los dictámenes o incluso su derogación, para la cual necesitan ¿⅔ de los votos, pasaría a la Cámara de Senadores. Es importante aclarar ante tanto ruido por parte de los medios y redes sociales que la ley de alquileres SIGUE VIGENTE hasta que se reglamente una nueva o su derogación.
Repasemos un poco que dicen los dos dictámenes:
Dictamen de mayoría: mantiene los 3 años mínimo de contrato y la actualización anual a través del ICL (Índice de Contratos de Locación) publicado por el BCRA. Agrega la “bancarización”: se debe detallar en el contrato los datos para poder abonar el alquiler por transferencia bancaria. Se ratifica que los valores de las locaciones tanto los contratos como su publicidad deben estar en moneda nacional, pesos argentinos. Obliga y sanciona el incumplimiento del registro del contrato de locación en AFIP. Se crea un registro público de contratos de locación de acceso público y consignará la jurisdicción de los inmuebles, precio del canon locativo y fecha de inicio de cada contrato. Se asigna como autoridad de aplicación a la Dirección Nacional de Defensa del Consumidor, dependiente del Ministerio de Desarrollo Productivo para “Proponer y elaborar políticas tendientes a la defensa del inquilino”, “Recibir y dar curso a las inquietudes y denuncias de los inquilinos”,etc. A su vez propone incentivos impositivos para los propietarios.
Dictamen de minoría: contrato por dos años, ajuste acordado libremente entre las partes, ajuste que serían cada tres meses y los nunca faltantes incentivos impositivos para los propietarios.
