Un relevamiento privado asegura que los alquileres en la Ciudad de Buenos Aires aumentaron un 14% durante los primeros 4 meses del año. En el mismo período, la inflación medida por el INDEC fue del 9,6%. Si proyectamos estos números para todo el año, los alquileres en 2018 van a aumentar un 48%, mientras que la inflación va a ser 31,65%.
Una consultora económica publicó recientemente su Índice de Precios del Alquiler (IPA). Los datos confirman lo que venimos diciendo desde hace tiempo: los alquileres aumentan muy por encima de los índices de inflación y de variación salarial, los inquilinos destinan un porcentaje cada vez mayor de sus ingresos en el pago del alquiler y muchos están rescindiendo anticipadamente sus contratos porque no pueden pagar. Mientras tanto, el proyecto de Ley Nacional de Alquileres que fue aprobado por unanimidad en el Senado y regula el precio por un índice promedio entre inflación y salario, sigue cajoneado en Diputados.
Para dejar en claro cómo afectan estos aumentos a los inquilinos, vamos a describir dos situaciones:
Sin Ley Nacional de Alquileres
Si un porteño con un ingreso de $21.000 quería alquilar en enero pasado, un dos ambientes en Almagro, de $10.000, debía destinar el 47% de sus ingresos en el pago del alquiler (sin contar expensas, impuestos ni servicios). Si ese mismo inquilino quisiera alquilar ese departamento en enero de 2019, estaría percibiendo ingresos de $24.150 (15% de aumento anual, número al cual están cerrando casi todas las paritarias), mientras que ese alquiler habría aumentado un 48% (proyectando los números del informe), es decir, $14.800. Por lo tanto, debería destinar el 61,2% de sus ingresos solo para pagar el alquiler.
Con Ley Nacional de Alquileres
Si promediamos 31,65% (IPC) y 15% (CVS), nos da como resultado que los alquileres deberían aumentar en 2018 un 23,32%. Es decir, 24 puntos por debajo del 48% que van a subir.
Volviendo al ejemplo del porteño con ingreso promedio, en enero de 2019 su alquiler valdría $12.332 en vez de $14.800, la ley le ahorraría $2.468 por mes, lo que le implicaría un 10% de su salario.
Al respecto, Gervasio Muñoz, presidente de Inquilinos Agrupados afirmó “El fenómeno que estamos viviendo es atípico, si la mitad de un ingreso se va en el alquiler y otro 20% se lo llevan las expensas, impuestos y servicios, a los inquilinos no les queda margen para cubrir el resto de sus gastos. Esta situación se manifiesta en el aumento de rescisiones anticipadas de contrato y en el atraso en los pagos. Mientras no se regule la rentabilidad propietaria, cada vez más inquilinos vamos hacia un lugar en donde no vamos a poder sostener el pago del alquiler y los propietarios no van a poder cobrarlos”.