Desde que los propietarios se hacen cargo de la comisión, se registró un aumento en la cantidad de contratos que se firman sin la intermediación de un corredor inmobiliario. El dato surge de la 1° Encuesta a Inquilinos de la Ciudad de Buenos Aires.
Descargar resultados completos de la 1° Encuesta a Inquilinos de la Ciudad de Buenos Aires
Ante la ausencia de datos oficiales y la abundancia de informes producidos por el mercado inmobiliario, que no representan la realidad de quienes alquilan, los inquilinos asumimos la tarea de producir datos estadísticos que reflejen debidamente nuestra situación. Con ese objetivo, durante el mes de junio realizamos la 1° Encuesta a Inquilinos de la Ciudad de Buenos Aires, que contó con más de 4 mil respuestas a través de una plataforma online.
Uno de los principales resultados es el crecimiento del “dueño directo” en detrimento de las tradicionales inmobiliarias. El 56,76% de los encuestados afirmó que alquila por inmobiliaria, un porcentaje inferior al 63% que dio como resultado a principio de 2018, en una encuesta realizada por la Federación de Inquilinos Nacional.
Esta disminución puede adjudicarse a la aprobación de la Ley 5.859 en agosto de 2017, que establece que la comisión inmobiliaria debe ser afrontada por el dueño del inmueble y no por el inquilino, lo que incentiva a los locadores a ofrecer la vivienda de forma particular.
También es destacable que un sector del mercado inmobiliario incumple con la legislación. Dentro de los inquilinos que alquilaron por inmobiliaria, el 14% manifestó que en el transcurso del último año les exigieron el pago de una comisión.
“Es el efecto que preveíamos cuando impulsábamos la ley. Ni bien los propietarios tuvieron que pagar la comisión, empezaron a retirar las viviendas de las inmobiliarias -afirmó Gervasio Muñoz, presidente de Inquilinos Agrupados- Muchos prefirieron prescindir de esa pequeña comodidad para ahorrarse la comisión. Es lo más justo, el dueño que quiere contratar el servicio, que lo pague y el que no, que alquile directo”.
Otro dato que surge de la encuesta es que los inquilinos porteños destinan el 41,48% de sus ingresos totales familiares al pago del alquiler, sin considerar expensas, impuestos y tarifas de servicios públicos. Segmentado por edad, se observa que los jóvenes y los adultos mayores destinan un porcentaje mayor de sus ingresos: 47,85% y 44,18%, respectivamente y que las mujeres destinan el 43,2% de sus ingresos, una cifra mayor al 38,36% que destinan los varones.
Un dato alarmante que surge de la encuesta es la persistencia de una evasión impositiva multimillonaria que abarca a la inmensa mayoría del mercado inmobiliario. A pesar de que es una obligación legal de inmobiliarias y propietarios entregar una factura a cambio del alquiler, el 86,22% de los encuestados manifestó que no la recibe. Desagregando los resultados, el 55,48% recibe un comprobante de librería no válido como factura, el 17,29% paga por depósito o transferencia y se queda con el comprobante que emite la entidad bancaria, el 13,44% paga en efectivo y no recibe ningún tipo de comprobante y solo el 13,78% recibe una factura legal.
Por último, se observaron diferencias significativas en relación a las modalidades de garantía que predominan en el “dueño directo” y en el alquiler por inmobiliaria. Los resultados confirman que la garantía propietaria o título de propiedad es la modalidad más extendida. Alcanza al 73,37% de los encuestados, pero aumenta cuando el contrato se firmó a través de una inmobiliaria (79,4%) y desciende cuando el propietario alquiló su vivienda de manera particular (65,3%).
En segundo lugar, se encuentra el recibo de sueldo (14,4%), una modalidad mucho más utilizada cuando el contrato se firma por dueño directo (24,9%), que por inmobiliaria (6,4%). En contraposición, el seguro de caución tiene una mayor participación cuando el contrato se firma por inmobiliaria (14,03%), que cuando se firma por dueño directo (9,7%).
“Los propietarios son mucho más flexibles en relación a la garantía. Cuando los inquilinos no tienen familiares con título de propiedad, son más proclives a aceptar recibos de sueldo. Las inmobiliarias, en cambio, son mucho más estrictas y tratan de vender seguros de caución, que les permiten cobrar una comisión por parte de las empresas aseguradoras”, aseguró Muñoz.